Si queremos mantener una adecuada seguridad alimentaria y evitar riesgos para la salud, es preciso una manipulación correcta de alimentos perecederos, como pueden ser la carne los huevos o las verduras, entre otros, y por supuesto esto también es aplicable a los embutidos en la nevera.
Los principales organismos encargados de velar por el área alimentaria así lo indican con total claridad: los alimentos etiquetados con fecha de caducidad deben mantenerse en la nevera para su correcta conservación. Sin embargo, una vez abiertos no resulta nada sencillo saber con exactitud cuándo estos alimentos siguen siendo aptos para su ingesta y en qué momento debemos tirarlos.
Cómo conservar embutidos en la nevera
En este sentido, una de las dudas más frecuentes entre los consumidores es la de saber cuánto tiempo es aconsejable conservar los embutidos en la nevera. Alimentos como el chorizo, salchichón o incluso el jamón, son muy comunes en la mayoría de las dietas, pero para hacer un uso correcto de estos alimentos debemos saber cómo conservarlos adecuadamente.
Los expertos indican que los embutidos curados, como pueden ser el fuet, el chorizo o la longaniza, pueden conservarse en la nevera por un periodo de entre dos y tres semanas, pero a este respecto, la mayoría de ellos puntualizan que es preferible almacenarlos fuera del frigorífico, en lugares frescos y ventilados.
También la Organización de Consumidores y Usuarios se ha pronunciado al respecto, indicando que las chacinas frescas pueden conservarse entre tres y seis días en el frigorífico. También señalan que se pueden mantener los embutidos en la nevera, más concretamente en el congelador, donde se pueden conservar entre uno y dos meses.
Trucos para conservar los embutidos
La mejor opción para conservar los embutidos curados es colgarlos en un lugar seco, frío y lo más oscuro posible. Si las piezas que vas a colgar están empezadas, debes poner la zona cortada hacia abajo, mirando al suelo, y debidamente protegida para que no entre en contacto con la luz y el aire. También suele funcionar aplicar una capa de aceite de oliva a la zona del corte.
En el caso de chacinas en lonchas, para conservarlas más eficientemente, lo ideal es cubrir el envase con papel film o papel de plata. Es lo más sencillo para mantener los embutidos en la nevera.