¿Qué hacer con el jamón duro?
El jamón ibérico, si se tarda mucho tiempo en cortarlo y comerlo se acaba secando. Para conservar el jamón ibérico de forma correcta es importante guardarlo en un lugar seco y alejado de la humedad.
Una vez se abre, lo mejor es colocar una tira de tocino cortada previamente. El tocino aporta la humedad y la grasa que evita que el jamón se seque. Si llega el momento en el que encontramos el jamón duro, ya no se podrá cortar en lonchas, pero todavía así es aprovechable.
Recetas de cocina para aprovechar el jamón duro
El jamón está bueno sea como sea, si está duro no se debe tirar. Hay que saber reciclar una pata de jamón cuando se haya resecado. Una opción interesante es incluir taquitos de jamón duro en las espinacas con pasas. La receta es sencilla, basta con lavar y saltear las espinacas y las pasas en un poco de aceite de oliva y hacer lo propio con el jamón.
Otra receta fácil de hacer son los huevos rotos con jamón. Para prepararla necesitamos cuatro huevos, dos patatas y jamón duro. Las patatas se cortan en rodajas, se fríen en aceite de oliva, se fríen también los huevos y se corta el jamón seco. Retiramos el exceso de grasa de las patatas y colocamos los huevos sobre ellas, junto con los trozos de jamón duro.
Una tercera opción son alcachofas con jamón reseco de la pata o la paletilla. Las alcachofas, una vez lavadas, se pasan por un recipiente con limón y agua. Se secan y se saltean en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando cojan un color dorado apetecible, se añade el jamón duro y se termina de cocinar por unos minutos.
Lentejas, pasta y ensalada con jamón duro
Un plato tradicional, como son las lentejas con chorizo, puede variarse e incluir jamón duro en lugar de chorizo. Se trata de poner en práctica la cocina de aprovechamiento.
La pasta es otro alimento que admite todo tipo de variedades. Podemos hacer macarrones o tallarines con jamón duro, en una receta que recuerda a la carbonara pero en lugar de usar bacon se utiliza jamón ibérico. En este caso, mucho cuidado con la sal, porque el jamón ya es muy salado.
En ensaladas, el jamón duro se puede añadir junto a lechuga, queso de cabra, frutos secos y un buen aliño con aceite de oliva y algún vinagre aromático.
Albóndigas, quiché, risotto y croquetas
Las albóndigas, ideales para el invierno, pueden incluir en su interior jamón ibérico duro, como las croquetas. Si antes hablábamos de incluir jamón duro en lugar de bacon para hacer pasta, lo mismo podemos hacer con la quiché, una masa que posteriormente se rellena con nata, huevos, cebolla e ingredientes al gusto.
Muchas recetas italianas admiten jamón duro, una de ellas es el risotto. Aunque el más tradicional se elabora con cebolla y queso parmesano, un risotto con taquitos de jamón es todo un acierto. Finalmente, no hay que olvidar que el plato fuerte de cualquier casa son las croquetas, y las de jamón son sabrosísimas.
Cortegana Ibérico