La popularización del comercio electrónico llega también al mundo de los ibéricos, y por ello hay quien se pregunta qué aspectos hay que considerar para comprar un buen jamón ibérico a través de internet.
Un primer punto importante es saber diferenciar entre jamones y paletillas. Los primeros proceden de las patas traseras del cerdo, mientras que las segundas son las patas delanteras. Los jamones tienen más carne, pero las paletillas pueden resultar más aromáticas y cargadas de matices.
El etiquetado del jamón
A la hora de comprar un jamón ibérico a través de internet hay que fijarse bien en el etiquetado: negra, roja, verde y blanca. La clasificación depende de tres factores: el porcentaje de raza ibérica del cerdo, la crianza del animal y su alimentación.
Los jamones de etiqueta negra proceden de ceros 100% ibéricos, son los de mayor calidad y los más caros. Son amínales que se crían en libertad en la dehesa y se alimentan a base e pastos naturales y bellota.
Tras la etiqueta negra llega la roja, cuya diferencia principal es el porcentaje de ibéricos de los animales, estos solo son ibéricos en un 50-75%. Por lo demás, son jamones procedentes de animales que viven en libertad y se alimentan a base de productos naturales. El precio del jamón es un poco más económico, pero es de alta calidad.
Con la etiqueta verde se reconocen a aquellos jamones de animales 50% ibéricos que se crían en libertad pero durante un tiempo, en la montanera, pasan unos meses en granjas alimentándose de piensos naturales.
Ya por último aparece el jamón ibérico de etiqueta blanca. Sus características son como las de los jamones de etiqueta verde pero proceden de animales que se crían en granjas con piensos naturales todo el tiempo. Siguen siendo productos de alta calidad, mayor que la de los jamones serranos, por la raza del cerdo.