De todos los productos elaborados a partir del cerdo, el jamón ibérico es, sin duda, el más apreciado gastronómicamente.
Un proceso de elaboración estrictamente cuidado, desde la crianza del cerdo hasta que culmina la curación del jamón, tras largos periodos en bodegas, convierten a este producto en un exquisito manjar y en fuente inagotable de salud.
Así lo han venido a demostrar numerosos estudios nutricionales, elaborados recientemente, que ponen de manifiesto que el jamón serrano es un producto estrella de la dieta mediterránea, altamente beneficioso para la salud.
La cuidada alimentación del cerdo ibérico, principalmente a base de bellotas, hacen de este producto un alimento rico en grasas insaturadas y con una baja proporción de grasas saturadas, lo cual ayuda a combatir el colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
El jamón ibérico es también un alimento rico en vitaminas del grupo B, especialmente la B1, la B2 y, sobre todo, niacina. De esta forma, al comer jamón se contribuye al buen funcionamiento del metabolismo. Además tiene un alto contenido en minerales como el cobre, esencial para los huesos y cartílagos, hierro y fósforo.
El jamón tiene un 50% más de proteínas que la carne fresca. Cien gramos de jamón serrano equivalen al 33% del consumo diario de proteínas recomendado. Y, por si fuera poco, es muy útil en las dietas de adelgazamiento, pues cada 100 gramos de jamón ibérico contienen menos de 200 calorías.
El jamón ibérico es, sin duda, un producto único. Un producto sin igual, insignia de la industria jamonera y producto estrella de las principales industrias cárnicas de la comarca.
Es también, como no podía ser de otra forma, el producto estrella de Cortegana Ibérico.
Nuestro Jamón Ibérico Bellota Extra, es un alimento de máxima calidad, de sabor único, a la altura de los paladares más exigentes.
Un producto exquisito fruto de cerdos ibéricos cuidadosamente seleccionados y de un proceso de curación altamente artesanal.