La montanera es el periodo de crianza del cerdo en la que se engorda al animal de manera libre, en el campo, principalmente a base de bellotas, pero también de pienso. Se produce desde inicios del otoño hasta mediados de invierno, de modo que el periodo de la montanera abarca prácticamente medio año, entre los meses de septiembre y febrero.
La fecha debe ser esa porque es cuando las bellotas maduras y caen de las encinas y los alcornoques. El periodo de la montanera es vital para la crianza del cerdo, pues los animales acceden a una alimentación de calidad y pastan libremente por las dehesas.
¿Cómo es el tiempo previo al periodo de la montanera?
Antes del mes de septiembre los cerdos son criados en granjas que se conservan en perfectas condiciones y se alimentan de pienso. En la montanera, su alimento es pasto y bellotas. Esos meses finales de vida en la dehesa, en espacios abiertos y de ganadería extensiva, son ideales para los cerdos, pues no comparten espacios con otros animales como jabalíes y la caza tampoco está permitida, pues los cazadores pueden alterar a los animales.
Poco antes de que comiencen a caer las bellotas de los árboles, los animales ya andan en libertad en la dehesa. Su alimentación comienza a ser más libre, más natural, con raíces, plantas y hojas, pero se puede suplementar con pienso.
Esta libertad de movimientos hace que los animales se estilicen y pierdan un poco de peso, hasta los 90 kilogramos aproximadamente, pero cuando llega el otoño, con las bellotas ya en el suelo, vuelven a engordar y casi llegan a duplicar su peso, pues alcanzan los 150 ó 180 kilogramos.
Cada cerdo ocupa aproximadamente unas dos hectáreas de terreno y consume de 8 a 10 kilogramos de bellota diarios, además de 1,5 kilogramos de hierba. El periodo de la montanera es imprescindible para producir jamones ibéricos de calidad.